donde la esperanza no alimenta dulzura.
Donde el corazón aprendió a crecer callado
sin más alimento que el que toca y basta.
Vestida de los días
donde las hojas caen por el viento,
sin poder levantar manos,
en lo secreto de la vergüenza,
donde las campanas enmudecen
y el tiempo cae como losa.
Y aquí estoy...
Y allá voy...
A los rincones de los que mueren calientes
donde las sombras te sonríen,
y ofrecen botellas llenas
de sueños vacilantes o plata.
Y me hago lo que soy: nada.
Y me dejo ir para salir del día
y cuando siento que éste se desploma,
vuelvo a ocupar lo que me ha tocado del mundo
y así, me nace día tras día la vida.
Hay veces que miro atardeceres,
y escucho palabras que aman
o siento dos mitades en una,
pero no son más que trajes
de la soledad que siempre he vestido.
Y me vuelvo, me vuelvo a la noche.
Oh, yo ausente!,
no me queda más que llorarte
y aun así, mi corazón permanece callado.
No pago condena,
pues nací para ser de tierra húmeda
y escuchar, sin ser palabra de nadie,
sollozos de pena ajena.
La imagen puede estar protegida por derechos de autor Foto extraída de Google. |
Un sentido poema, el yo ausente se deja ser y hacer...
ResponderEliminarAsí es mi querida Mima... se deja ser y hacer...
EliminarGracias por leer mis letras y por tu opinión.
Anrazos.
Cómo tierra húmeda, desolada y empapada de pena ajena.
ResponderEliminarHermoso poema. Me ha gustado
Un saludo
Mi agradecimiento por sus palabras. Todo un placer para mí que llegara a ellas.
EliminarUn saludo.
Precioso poema, muy sentido.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Alfredo.
EliminarMe alegra mucho tu visita a mis letras, y que al leerlas las sintieras como yo al escribirlas.
Un cordial saludo
Amor y soledad son dos vestidos eternos de la vida. Que precioso escribes.
ResponderEliminarAmor y soledad son dos vestidos eternos de la vida. Que precioso escribes.
ResponderEliminarAmor y soledad son dos vestidos eternos de la vida. Que precioso escribes.
ResponderEliminarSiempre agradecida por tus palabras. Todo un honor para mí que pasaras por mi humilde blog.
EliminarAbrazos.
Comprensión profunda del dolor propio y ajeno...... aquí lo cuentas, o así yo lo aprecio. Me identifico con lo que escribes. Gracias.
ResponderEliminarComprensión profunda del dolor propio y ajeno...... aquí lo cuentas, o así yo lo aprecio. Me identifico con lo que escribes. Gracias.
ResponderEliminarAmbas dos, como siempre, certera apreciación.
EliminarSiempre gracias por dejar tus letras en mi blog que son recibias con todo honor.
Abrazos.