Gracias. Se lo debo a usted.
"Y me serví de tus volcanes,
estrellas dormidas,
para alimentar mi alma.
Y cosí lo que aprendí,
con los hilos de tus redes,
a la piel de mi espalda.
Marcho, con recuerdos salados
y he guardado en mi maleta
retales de mi infancia,
para sentir tu esencia
cuando el dolor se me aparezca,
disfrazado de nostalgia.
Hoy, tú eres mi camino,
hecho de tierra y rofe,
de lava fundida
y olor a canela;
mañana, cuando me haya ido,
tú serás mis pasos
en mi nueva senda.
Y me alejaré de ti
con el llanto dormido,
para no despertar tu silencio
Soñaré con eternas primaveras.
Cielo, mar, blanco, verde...
será, hasta que retorne,
mi pensamiento."
Foto extraída de Google |
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