Me he propuesto volver a la esencia de lo que fui antes de mis diez años y he decidido no labrar, por un tiempo, la tierra fértil de la poesía, quiero ser como el sisón y necesito barbechos, donde los cultivos me dejen espacio para cortejar de manera diferente a mis queridas letras, esas que se apoderaban de mi alma haciendo una traslación del sentido recto de una voz a otro figurado, en virtud de una comparación tácita o todo lo que a ellas se les antojara, y lo hacían usando mis dedos como fieles conductores y al corazón ... centinela de lo que allí atesoraban: Mis poemas.
Sabias conocedoras de mi secreto no dudaron, ni por un instante, en hacer uso del libre albedrío y sucedió que, en los claros de una noche de Agosto, pusieron ante mí un telar donde estas manos llenas de palabras, empezaron a tejer versos, y bajo una luna perfecta y entre el virginal sabor que da la curiosidad, intervine en una guerra que no viví pero que hice mía (mi abuelo no pudo seguir guardándole silencio a la soledad y, vencido por la pena, se descubrió ante mis ojos) y así fue como me adentré en la historia de su historia, perdiendo lo que el tiempo jamás me iba a devolver: La inocencia.
Había llegado el momento:
Consúmanse los cuerpos en la invisibilidad de la noche.
Que no falte sitio para la voz del vencido
porque hace gloria a la memoria del vencedor.
donde la libertad de crecer como niña viva
Fragmento del poema "Sentimientos quebrados"
Basado en el relato de Emilio Hernández de la Cruz (mi abuelo), civil, exsoldado "reclutado" por el bando republicano: Superviviente; hermano de Rafael Hernández de la Cruz, civil, exsoldado "reclutado" por el bando nacional: Muerto en combate.
Guerra Civil Española (17 de julio de 1936 a 1 de abril de 1939)
A mis queridos todos (incluyo en ese pronombre mujeres, hombres y personas que se identifiquen de la manera o forma que se sientan), es mi deseo acabar este texto con un poema porque, amándolos como los amo, no quiero que mueran cuando se encuentren ausentes, ni vivan como esquelas en los sepelios de la vida.
Hace tiempo escribí: "Una de las capacidades de nuestra naturaleza como seres humanos es entender que, a veces, hay que irse para poder regresar"
Yo lo estoy haciendo, y lo hago con el permiso que derrama este nuevo aire que hoy entra por mis pulmones pero eso sí, sin dejar de respirar el que me ha mantenido viva hasta este mismo instante.
Con el amor que siempre he puesto a la hora de escribir, dejo caer mis letras
PETRELES
Se levantan los troncos de los árboles
como columnas cenicientas
en una ciudad con bocas voraces,
te hablo de las patrias desesperadas
de las que sangran en silencio
bajo una sombra que ya no es verde.
Quienes caminaron por el diccionario
de la copa que llena al mundo
saben a quien va dirigida estas letras.
Las mesas desnudas no llegan de la abundancia
ni de los actos más complicados,
o del aire, que con su presencia amarilla,
deja caer millones de alas
para hacernos creer que respirarlo, es seguir viviendo.
Y así vamos andando por el camino,
asestados con el rayo rojo
de los que avanzan en cabalgaduras de oro y plata,
o de los que llevan la chispa del castigo
al que incumple con los preceptos.
Somos petreles sin alas en ciudades de arena,
condenados al exilio de un bosque sin mar.
A esa tempestad a la que me dirijo me reservo el derecho del mar y del cielo, del horizonte y de las estaciones, de los hilos de la luz a caballo de la esperanza o de la lluvia en la tierra para conservar las raíces que, de una forma u otra, los que hoy viven atrincherados a sus tronos, serán destronados, pues amanecerá el día en el que las rosas embriaguen al mundo con su fragancia.
"Y en este jardín de letras caminan mis pies descalzos, pues jamás he llegado a conocer verdad más bonita que aquella que se escribe cuando uno la llora y la ríe desde el alma"
-Dunia Arrocha
Mi querida Dunia,me imagino que seguirás escribiendo más maravillas como estas letras,pero no dejas ni dejarás nunca de maravillar...Ya no sólo por la pasión, el amor,el desgarro que almacena tu sentir sino por la exquisitez de tus letras...Un honor,un privilegio leer a una gran mujer,a una gran poeta...Sigue caminando con los pues desnudos en tu jardín de letras con las alas siempre abiertas..Te admiro pero más te amo...
ResponderEliminarClaro que seguiré escribiendo poemas y como hacía cuando era una niña, acomodándolos, esta vez en una cajita de madera, es el legado que le dejo a mis hijos, aunque algunos verán la luz, mi Tate; mientras, seguiré caminando con los pies descalzo por este nuevo jardín.
EliminarYo también te admiro, mi poeta, pero más te amo.
"Como las siemprevivas en nuestro jardín de invierno ..."
Dejo prendidas en tu jardin mis huellas para que sirvan de caricia a ese corazón tan hermoso que camina libre y sereno. Besos siempre, María José
ResponderEliminarGracias por esas caricias llenas de amor y sabiduría, mi querida niña.
EliminarTe abrazo siempre.
Mi hermosa hermanita , eres puro amor.Tus letras sublimes.Te amo.
ResponderEliminarSiempre en mi corazón.
EliminarTe amo. Te veo y te siento.
Y tejístes versos, que siempre quedarán como recuerdo de esas letras que se deslizan por tus dedos y hablan desde tu corazón. Siempre hablas desde tu profundo, mi querida Dunia, y dejas caer las letras en su libre albedrío armonizando nostalgia y amor. Tu espontaneidad para delinear la historia, tu historia la de los tuyos... es magnífica. Esos petreles van a estar contigo y en la memoria de los que te quisieron te quieren y tú amas.
ResponderEliminar"Guarde el dolor a la rosa negra de la vida. Consúmanse los cuerpos en la invisibilidad de la noche. Que no falte sitio para la voz del vencido porque hace gloria a la memoria del vencedor". ¡Sublime! Todo lo que has escrito junto al poema, están llenos de ti.
Magnífico en forma y contenido. Qué placer es leerte amiga mía. Gracias, por compartir pedacitos tan hermosos que habitan en tu bello Ser.
Un abrazo fuerte, con todo mi cariño y admiración.
Mi querida Mila, escribir esas letras supuso un reto para mí, despedirme de la poesía, a hora de hacerla pública, me ha costado y lo he querido hacer de la única forma que sé, hilando desde el alma.
Eliminar"Sentimientos quebrados", es uno de los poemas en los que más lágrimas he derramado a la hora de hacer porque como bien dice en el texto: "Me adentré en una guerra que hice mía..."
Era imposible no hacerlo cuando quien te la cuenta es tu abuelo, y con esto que te he escrito creo que sobraría añadir más palabras.
Nadie como tú entiende lo que teje mis dedos, amiga mía.
Un abrazo enorme.