Llegaste tan temprano a la vida
que sin nacer, ya habías nacido
y te coronó el viento con la nana
de la grandeza,
cuando caía el cielo derramando
su noche.
Levantaste tus brazos,
como tallos de rosas sobre la tierra,
y yo aspiré tu aroma,
me olvidé de la humedad salada
que, por momentos, mojaba mi rostro.
Canté con tu llanto,
porque de tu noche nacida,
recogí el día, la voz de la tierra muda,
los descansos de mi seguir en mi viaje,
la tinta de mis hojas muertas...
Y te miro,
y agarras mi dedo con fuerza,
y yo formo la luna en tu mano
y me pierdo amándote, y me sorprendo
en tus designios.
Me has recibido como alma crecida,
y yo sólo sé arrullar tu llegada,
no cabe tu vida en mis brazos
y ruego ayuda a mis sentires
para ser digna de tu amor.
Y en mi silencio vivo
reclamo de tu ternura y me inundas,
porque vas más allá de todo,
tú que naciste en horas,
y yo que en años ya nací.
Y en este camino incierto aquí estoy,
aquí estaré...
Siendo tuya en el lecho de mi pecho.
Siendo "mía", en la sangre de mis venas.
Te he alumbrado, alma de "mí" alma,
aun te negara la existencia el que no debe.
Sola recogí la siembra
sin rabia que apriete el corazón.
Y ahora, en este silencio
donde te sostengo,
donde celebro y me precipito en lo azul,
acude sonoro tu sueño
con la destreza del viento que canta.
Y te miro, y te acaricio y te siento.
Y me miras, y me acaricias y me sientes,
y me hace mar las aguas de tus ríos.
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Me hace mar las aguas de tus ríos... sublime.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mirna, por sentir mis letras y hacer tuyo ese último verso.
EliminarAbrazos.
Me emocionas, siempre me emocionas.... Siempre tu fuerza y tu dulzura. Y una lágrima mía. Gracias mi querida amiga. Gracias SIEMPRE.
ResponderEliminarGracias por leer y sentir mis letras.
EliminarUn placer tu paso por mi blog.
Abrazos
Nadé en las aguas que me vieron nacer y cubrí con las mías, mis vástagas las que procreé y de partos di vida...
ResponderEliminarBesos, querida.
Yayone...
Gracias por plasmar tu letras en mi humilde blog.
EliminarAbrazos mi querida Yayone.
Bellísimo poema dedicado a esa maternidad que has experimentado haciéndote crecer hasta alcanzar las estrellas. Esa criatura que será el motor de tu vida y a la que has traído sin más ayuda que la de tus propias fuerzas te ha inspirado este poema donde el amor rebasa el límite de lo conocido, porque sólo una madre sabe realmente lo que es el amor. Mis felicitaciones, mi querida Dunia. Más tarde te lo comparto, cuando comparta más lecturas. Hasta entonces, besos.
ResponderEliminarCompartido ha quedado con esta cuenta de Argonauta, mi niña :-))
ResponderEliminarSiempre gracias por tus palabras.
EliminarPor hacer que lleguen a corazones que me han conmovido.
Abrazos. Miles de besos.
amiga con esta entrada tu me has enganchando en lo mas profundo de mi corazon
ResponderEliminarMi querida Ana, siempre será un honor hacer sentir lo que siente mi alma cuando fluye por mi pluma.
EliminarSiempre abrazos.
Cuánta belleza, cuánta emoción en estos versos... Imagino el día en que el adulto que antaño fue el vástago del poema lea estas letras, imagino qué podrá sentir...
ResponderEliminarGrande, amiga, simplemente grande.
Abrazos.
A veces pienso, Alfredo, que las palabras se me hicieron cortas para sentimientos tan grandes.
EliminarGracias por tus letras y por pasar por mi rincón
Abrazos.
Bello, Dunia. Un abrazo, compañera.
ResponderEliminarGracias, Alfredo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hermosas letras... No hay mayor inspiracion que un hijo.
ResponderEliminarGracias, Helena, por tus letras.
EliminarUn hijo es poesía en sí.
Abrazos.
Hermoso... podría decir que me hace pensar en un momento especial de la paternidad, pero me da pena confirmarlo XD
ResponderEliminarQuédate siempre con lo hermoso...
EliminarGracias por dejar tus letras en mi blog.
Abrazos.
Excelente poema que nos compartes, tan delicado, tan dulce y tierno como ese ser que fue capaz de transmitirte estos versos que ahora escribo:
ResponderEliminarSiendo tuya en el lecho de mi pecho.
Siendo "mía", en la sangre de mis venas.
¡Abrazos!
Gracias, Estrella, por sentir mis letras, que como bien dices, llegaron a mí a través de esa ternura...
EliminarSiempre abrazos.