Oda a la desdicha

Dedico a la desdicha
varios pensamientos:
Amargas palabras escribo
sobre amargo papel.
Si mi corazón no hubiera
renovado esperanzas,
hoy no estaría llorando.
No puedo hablar mal
de los recuerdos dejados,
pero hoy son merecedores
de profunda tristeza.
Quiero levantar un árbol
sobre esta soledad
de lágrimas oscuras,
pero me ciega la neblina
de la desesperanza
y la tierra
se vuelve cemento.
Estos ojos míos
no quieren sentir
el salobre del mar,
pero ahí está el alma
para recordar,
que la amargura los visita,
armada con cuchillos,
atacando una y otra vez.
Hoy es el día
donde murió la esencia
de los te quiero.
Donde capítulos
que yo no escribí,
fueron escritos
por el sufrimiento
de unas despedidas
no entendidas.
Hoy sí... Mañana no...
Mientras el dolor golpea
y todo el peso de la soledad
cae sobre mi pecho
como una loza.
Y yo quiero perderme...
pero las lágrimas
corren, veloces,
tras mis pasos,
y los atrapa...
Y siento el frío,
que huele a muerte,
llenar los vacíos
que en mí dejaste.
Desdicha,
hoy soy para ti:
"Tierra a la tierra..."


Foto extraída de Google

3 comentarios:

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  2. Si comprendemos que somos 'tierra para la tierra', entonces la muerte no es eso que parece tan feo. La muerte no es fea. Lo feo es lo que la muerte puede dejar: desorden entre las personas que tenían relación con el que ha muerto. Que aunque el muerto no tiene toda la culpa del desorden, al él morir lo desencadena implacablemente.

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    1. Gracias, Toni, por esa reflexión que has sacado de mis palabras...
      Eso es lo importante para mí, que cada uno que me lea interprete lo que escribo como lo siente y cree.
      Un cordial saludo.

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