cuando caiga
del cielo la noche,
en el vaivén
de mi regazo.
En el olor
de los jazmines.
En la espuma
de las olas.
En el abrir
de unos labios.
En la voz
que ordena silencio
para que cierren
tus heridas abiertas.
En las flores
del otoño.
En el andar
de mis pasos.
En el origen
de mis versos.
En la mano
que lo forma.
En la insigne
curva de tu vida
donde, ahora,
descansar,
es estar vivo.
Descansa mi ángel
para que
al despertar,
se lleve tu pasado
los frágiles dedos del dolor.
Foto extraída de Google |
Excelentes versos. Gracias
ResponderEliminarUn honor para mí que te gustara.
EliminarGracias.