más no lo hace la cicatriz,
los dolores quedan encadenados,
como maldiciones,
al tirano recuerdo.
Sé que debo apartar
a ese amargo verdugo,
compañero inagotable,
de mis atormentados no quiero.
Sé que debo volver a ser voz,
aun quiebren mis palabras,
para dejar a un lado,
las clavadas del dolor.
No voy a negar que crecí
como árbol sin sombra ni soledad,
pero también lo hice
como corazón libre,
sin esa espera de recoger mañanas;
donde hubieron noches
que no dejaban caer los sueños.
Y así, probé a abrir puertas,
sin ese nudo al miedo,
ese que no posee el atrevimiento
pues deshace, sin miramiento, la inocencia.
Hasta que el crecer
me enseñó el verdadero sentir de la pérdida
de esa capaz de sellar labios,
de apedrearte sin manos,
de destrozar libertades.
De hacer que la noche galope sobre uno,
hasta no dejarte sentir ni el palpito del corazón.
La de empeñarse en vestir
a su antojo, con gritos de sufrimiento notorio,
a la vida de lágrimas secas.
Y es ahí,
cuando delante de mis ojos me digo:
Puede ser que el viento jugara en mi contra
o que el cielo escribiera tu nombre,
para describir con transitoria pluma
que naciste para morir, sin ser noche en mi Luna.
Muy bonito Dunia, un abrazo :))
ResponderEliminarGracias, mi querida Maryflor.
EliminarAbrazos.
Impresionante Dunia,besitos
ResponderEliminarSiempre agradecida por tus palabras.
EliminarAbrazos.
Dunia cielo muchos abrazos y impresionante muy bonito.Estamos aquí para lo que necesites vale muchos besos y abrazos
ResponderEliminarSiempre gracias por tu palabras.
EliminarEternamente agradecida por ser todos uno.
Abrazos, mi estimado Pedro.
Hola Dunia, una pérdida, por tus últimas palabras, consuelo es poco, silencio es mucho, tiempo, tiempo, lágrimas que gritan al tiempo, irán secándose con él. Un abrazo (P.D. dentro de unas semanas iré a tus islas, dicen que allí está el paraíso cuando se sufre una perdida, yo me traeré un trocito de ella para acunar la mía)
ResponderEliminarNo existe mejor nana que el arrullo del mar, el susurro del viento...
EliminarAquí te esperan mis islas para mecerte entre sus brazos.
Gracias por tus palabras.
precioso Dunia.
ResponderEliminarSiempre agradecida mi querida Edith.
EliminarAbrazos
precioso, fuerte y dulce al mismo tiempo...ESe abrazo que sabes tuyo, en ese silencio que une distancias con todos los que somos uno y tú lo sabes y que esperan esa noche de luna... Cuídate.
ResponderEliminarAhí, en ese silencio que une distancias con todos los que somos uno, aguardarė esa noche de Luna...
EliminarSiempre gracias.
Siempre abrazos.
Ya no tengo palabras para definir tanta belleza, pues son tus palabras la belleza misma...No tengo palabras para definir tanto amor,pues tú eres el amor mismo...Ya no es sólo maravillarse cuando leo tus poemas, sino sentirte en ellos, sentirme contigo...Te admiro, pero aún te quiero más....
ResponderEliminarYa no tengo palabras para definir tanta belleza, pues son tus palabras la belleza misma...No tengo palabras para definir tanto amor,pues tú eres el amor mismo...Ya no es sólo maravillarse cuando leo tus poemas, sino sentirte en ellos, sentirme contigo...Te admiro, pero aún te quiero más....
ResponderEliminarYa no tengo palabras para definir tanta belleza, pues son tus palabras la belleza misma...No tengo palabras para definir tanto amor,pues tú eres el amor mismo...Ya no es sólo maravillarse cuando leo tus poemas, sino sentirte en ellos, sentirme contigo...Te admiro, pero aún te quiero más....
ResponderEliminarYa no encuentro palabras para definir tanta belleza, pues la belleza son tus palabras...No encuentro cómo definir tanto amor, pues tú eres el amor mismo...Me maravilla cuando leo tus poemas, pero más el sentirte en ellos y el sentirme en ti... Te admiro, pero aún te quiero más...
ResponderEliminarTe quiero mucho, mi hermana del alma.
EliminarSiempre juntas.
Siempre gracias.
Te quiero mucho, mi hermana del alma.
EliminarSiempre juntas.
Siempre gracias.
Sigo leyendo los gajos suaves
ResponderEliminarde esta naranja descarnada.
Saboreo su agridulce,
el aroma intenso a azahar de la corteza
que se abre ante mis ojos.
Gracias mi querida Dunia.
Gracias siempre.
Sigo leyendo los gajos suaves
ResponderEliminarde esta naranja descarnada.
Saboreo su agridulce,
el aroma intenso a azahar de la corteza
que se abre ante mis ojos.
Gracias mi querida Dunia.
Gracias siempre.